Microsoft es una compañÃa que, de forma muy loable, intenta recuperar la cuota de mercado que en los últimos tiempos ha perdido en demasiados segmentos. Los ataques entre empresas están en el orden del dÃa, y las practicas que cada compañÃa lleve a cabo ante tan magna tarea son siempre respetables… hasta cierto punto.
Microsoft está echando mano de las escuelas estadounidenses para que los niños usen el buscador Bing. La cosa puede tener más o menos explicación si tenemos en cuenta que es bastante probable que cada centro educativo reciba algun tipo de contraprestación en forma de productos y demás, y en fin, que el horno no está para bollos. Otra historia es lo que se puede ver en el vÃdeo.
Hay que partir de la base de que teóricamente, los niños de hoy si ya usan Bing podrÃan usar igualmente Bing en el futuro, y convertirse de esta forma en evangelizadores del buscador. Otra cosa muy distinta es que se compre a los niños con camisetas de gran parte de los productos de Microsoft a cambio de que se pongan delante de la cámara a interpretar una canción y su correspondiente coreografÃa. Vale que a los más pequeños posiblemente les gustará, pero si nos fijamos en que algunos niños ya no son tan niños, y que tendrán su verguenza y su orgullo, uno se pregunta cómo se han prestado a uniformarse para entonar lo que a todas luces es un intento de convertir la canción en un himno que empape todo el globo.
Ojo, que a primera vista la cosa tiene su gracia y su gancho publicitario: niños, una canción pegadiza, una coreografÃa fácil de recordar y un nombre de un producto que no se olvida de lo sencillo que es. Pero cuando uno ya ha visto el vÃdeo varias veces empieza a observar cosas que no encajan.
¿Que no? Ponéos en situación. Microsoft va a vuestro centro escolar y os dice que a cambio de una camiseta, tenéis que interpretar la canción y la coreografÃa. ¿Qué harÃais?