La demanda de agentes de inteligencia artificial (IA) autónomos ha aumentado considerablemente en nuestro entorno actual, donde los usuarios requieren respuestas rápidas y precisas, incluso fuera de horario. Hasta ahora, muchas empresas han dependido de chatbots tradicionales que, ante una consulta compleja, necesitan intervención humana, lo cual puede ser costoso e ineficaz. La propuesta de un agente de IA capaz de gestionar solicitudes de manera autónoma es cada vez más atractiva, especialmente cuando no hay preocupación por errores críticos o la divulgación indebida de datos, una meta que persigue el modelo de «Doble Validación».
La Doble Validación se sustenta en dos pilares fundamentales para asegurar la seguridad y eficacia de los agentes de IA. Primero, la validación de entrada filtra y sanea los datos recibidos, protegiendo el sistema de amenazas como inyecciones de comandos y datos maliciosos. Segundo, la validación de salida garantiza que las respuestas generadas cumplan con los estándares de calidad y seguridad establecidos por la empresa antes de llegar al usuario.
Frente a la necesidad de confiar en la autonomía de estos agentes, se ha descubierto que un modelo que incorpora roles diversos —como gerentes, procesadores y críticos— puede mejorar significativamente la eficacia del sistema. Este diseño modular permite una rápida adaptación y mejora continua en un entorno productivo, especializando a cada agente en su función específica.
Desde el punto de vista técnico, se ha elegido Llama Prompt Guard 2 para la validación de entrada, un modelo ligero y específico que protege contra inyecciones de comandos, ideal para implementaciones en la nube. Además, se han seleccionado distintos modelos para el procesamiento y la crítica de respuestas, lo que ayuda a evitar sesgos que puedan comprometer la calidad del servicio.
El proceso de implementación sigue un flujo claro, comenzando con la recepción de una consulta que pasa por varias etapas de evaluación de seguridad y calidad antes de devolver una respuesta validada al usuario. Este enfoque no solo aumenta la eficiencia, sino que también ofrece un ahorro significativo de recursos humanos al permitir que los agentes operen de forma autónoma.
Aunque existen alternativas, como modelos únicos y soluciones comerciales, el enfoque de Doble Validación se destaca por su balance entre seguridad, rendimiento y coste. Es esperado que esta metodología se extienda más allá de la atención al cliente, abarcando sectores de alto riesgo como el financiero y la salud, donde la confianza en la tecnología es fundamental.
El desarrollo de proyectos como este invita a la comunidad tecnológica a reflexionar sobre los retos que implica la adopción de agentes autónomos y cómo la Doble Validación podría aplicarse en diferentes contextos.