Un reciente estudio de Gi Group Holding, en colaboración con las áreas de Recursos Humanos de BBVA y Vitaance, ha revelado un cambio significativo en el mercado laboral español, que ahora acoge a cuatro generaciones en convivencia. Según el informe, titulado ‘Perspectivas Laborales Intergeneracionales’, el 32% de los españoles busca empleos que ofrezcan oportunidades para aprender y desarrollar habilidades a largo plazo, una tendencia especialmente pronunciada entre los jóvenes de 18 a 24 años.
A la hora de elegir un trabajo, el 70% de los participantes prioriza un salario competitivo, seguido de la estabilidad laboral y un buen ambiente de trabajo. La flexibilidad horaria, las oportunidades de crecimiento profesional y el teletrabajo también son factores importantes. Los trabajadores de entre 35 y 54 años valoran especialmente el teletrabajo, mientras que los menores de 24 años prefieren la flexibilidad horaria.
El informe también destaca que más de la mitad de los encuestados considera cruciales las oportunidades de crecimiento profesional, aunque solo un tercio busca un entorno para mejorar habilidades. Para trabajadores a partir de los 45 años, el desarrollo profesional pierde prioridad.
La estabilidad laboral sigue siendo una prioridad para casi la mitad de los encuestados, pero el ambiente de trabajo y las oportunidades de desarrollo también son determinantes para el 36%. Más del 50% de las mujeres priorizan la estabilidad, en comparación con el 45% de los hombres.
El estudio pone de relieve un desafío significativo: la fuga de talento. El 37% de los españoles ha contemplado la emigración laboral, un fenómeno más común entre trabajadores de 25 a 44 años. La búsqueda de mejores salarios, mayor calidad de vida y la necesidad de nuevas experiencias son las motivaciones principales.
Para combatir esta salida de talento, muchos consideran cruciales los aumentos salariales y las garantías de estabilidad laboral. Además, incentivos para emprendedores y mayor apoyo a la conciliación familiar son medidas muy demandadas.
En cuanto al salario emocional, el 40% de los encuestados lo valora más que el económico, particularmente los menores de 34 años. La conciliación entre vida personal y laboral, junto con la flexibilidad horaria, son aspectos altamente valorados, lo que ha llevado al 37% a rechazar ofertas que no incluyen estos beneficios.
Pese a estos retos, el 80% de los trabajadores expresa satisfacción con su empleo actual. Citan los aumentos salariales y un mejor equilibrio entre la vida personal y profesional como principales razones para continuar en sus puestos.
El estudio también refleja una percepción negativa sobre la preparación para el futuro del mercado laboral, con más de un cuarto de los trabajadores pensando que habrá menos empleo y peores condiciones. Aún así, la mitad considera positiva, aunque insuficiente, la colaboración entre el sector privado y las instituciones públicas.
Finalmente, se enfatiza la necesidad de políticas que beneficien a colectivos vulnerables y que mejoren la conciliación y la formación.