Microsoft se enfrenta a críticas crecientes por su nuevo desarrollo de inteligencia artificial, «Recall», un polémico sistema de capturas de pantalla integrado en su sistema operativo. Esta herramienta registra constantemente la actividad de los usuarios, lo que ha suscitado preocupaciones en cuanto a su privacidad. Los expertos han declarado en varias ocasiones que «Recall» es inseguro, al punto de catalogarlo como spyware. En lugar de abordar estas preocupaciones, Microsoft ha decidido instalar el programa en los dispositivos Copilot+, sin garantizar que no se expandirá a otros equipos.
Paralelamente, la más reciente actualización del sistema operativo Windows 11, conocida como KB5063878, ha comenzado a provocar fallos en discos SSD y HDD. Usuarios afectados reportan que los dispositivos de almacenamiento desaparecen durante procesos de escritura intensiva, volviendo los datos ilegibles o incluso resultando en corrupción de archivos. En algunos casos, una simple reinicialización del sistema devuelva el disco, aunque el problema persiste.
El fallo parece manifestarse después de escritura continua de datos sobre 50 GB o cuando el uso del controlador excede el 60 por ciento. Los discos SSD sin memoria DRAM, especialmente aquellos con controladores Phison, están siendo los más vulnerables. Algunos discos duros diseñados para ambientes empresariales también sufren de estos errores. La comunidad técnica sugiere que podría tratarse de un error en la caché de los discos o de una fuga de memoria en el sistema operativo.
Ante esta situación, los usuarios tienen dos caminos: esperar a que Microsoft ofrezca una solución o considerar el cambio a sistemas operativos basados en Linux. Con el final del soporte para Windows 10 programado para 2025, muchos ven en las distribuciones Linux una opción más segura. Pueden encontrar sistemas operativos para principiantes, así como aquellos especializados en gaming y pruebas de penetración.
Esta serie de problemas ha aumentado el interés por explorar alternativas, mientras Microsoft debería pensar en reforzar la confianza de sus usuarios ante la creciente preocupación por la privacidad y la integridad de los datos.
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