En el mundo digital actual, la privacidad en línea se ha convertido en una preocupación crucial. En tiempos donde la vigilancia gubernamental y el espionaje corporativo están en aumento, un caso reciente ha puesto de relieve los riesgos al usar servicios aparentemente seguros. La extensión FreeVPN.One para Google Chrome ha sido sorprendida realizando actividades de espionaje, capturando capturas de pantalla sin el consentimiento de sus usuarios.
Esta extensión, que cuenta con más de 100,000 descargas y posee el distintivo de «verificado» de Google, se ha convertido en un foco de alarma. Según Lotan Sery, investigador de seguridad, el cambio a funciones maliciosas ocurrió en abril de 2025, cuando se añadieron características de spyware para capturar silenciosamente las actividades de los usuarios en línea.
Desde julio de este año, FreeVPN.One comenzó a registrar cada sitio visitado, incluyendo la ubicación y la información del dispositivo. Aunque la empresa detrás de la extensión afirmó que se trataba de un «escaneo de fondo» y prometió futuras opciones de consentimiento, sus declaraciones han sido insatisfactorias y la comunicación cesó repentinamente.
El problema se agrava al analizar el sitio web de FreeVPN.One, donde la información presentada es vaga y poco fiable, sin ningún detalle claro sobre la empresa responsable. La ausencia de contacto directo y la falta de transparencia en los términos y condiciones han incrementado las preocupaciones sobre la verdadera intención de esta herramienta.
Este incidente subraya la necesidad de que los usuarios de Internet sean más cautelosos al elegir herramientas de privacidad y seguridad. Con la creciente amenaza de ciberataques y la explotación de datos personales, es esencial no solo confiar en servicios de VPN de buena reputación, sino también reforzar la seguridad digital personal mediante la actualización regular de las configuraciones de privacidad y la restricción de permisos innecesarios en aplicaciones y extensiones.
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