La Casa del TPV ha puesto de relieve la iniciativa denominada ‘Huelga del TPV’, en la cual numerosos colectivos de autónomos a lo largo de España han decidido operar exclusivamente con efectivo hasta el 15 de noviembre. Esta acción, que tuvo su origen en Fuerteventura, se ha expandido a varias comunidades autónomas como reacción a los recientes cambios en el entorno digital y fiscal que impactan al pequeño comercio y la hostelería.
Impulsada por diversas asociaciones de trabajadores autónomos, la iniciativa ha llevado a prescindir temporalmente del datáfono en múltiples establecimientos. El objetivo es sensibilizar sobre la inminente transformación de los sistemas comerciales y la necesidad imperante de adoptar nuevas herramientas digitales.
Durante la huelga, los negocios participantes recibirán únicamente dinero en efectivo. Los organizadores subrayan que esta medida es temporal y no tiene un carácter reivindicativo, sino que busca fomentar la reflexión sobre los nuevos entornos laborales y las tecnologías aplicadas al punto de venta.
Desde el ámbito tecnológico, José Ángel Salas, director comercial de La Casa del TPV, ha manifestado que estas decisiones del comercio minorista reflejan la necesidad de adaptación a los cambios digitales. Según Salas, la tecnología debe ser un soporte para el profesional, no una carga. Además, se han registrado numerosas consultas respecto a la adaptación a nuevos sistemas de trabajo, lo que subraya la importancia de brindar soluciones accesibles y funcionales a negocios de diferentes tamaños.
Israel Mula, técnico especialista, ha subrayado la necesidad de apoyar al pequeño negocio en cada fase de su transformación tecnológica, ya que cada nueva herramienta demanda tiempo para su integración y confianza en su utilidad.
En los últimos meses, La Casa del TPV ha observado un aumento en la demanda de riñoneras monedero para camareros, tendencia posiblemente vinculada al fortalecimiento del uso del efectivo en entornos que están ajustando su modelo de gestión de pagos.
Aunque la acción comenzó en Canarias, su expansión ha sido sorprendente, extendiéndose a otras regiones y ofreciendo información valiosa sobre las preferencias de pago de los consumidores y el ritmo de adopción de tecnologías digitales en el comercio y la hostelería.
