La Comisión Europea está buscando puntos de vista en el mercado sobre si las leyes que permiten a los gobiernos de la UE financiar la introducción de infraestructuras de banda ancha deberían renovarse para tener en cuenta a las nuevas tecnologías.
La Comisión, que dio el visto bueno a los 1800 millones de euros en ayuda estatal para desplegar redes de banda ancha el año pasado, ve el sector como clave para impulsar el comercio transfronterizo y la competitividad.
«Los mercados de rápido crecimiento y el rápido progreso tecnológico podrían necesitar adaptaciones», explicó un alto cargo de la UE en un comunicado.
Las consultas durarán hasta finales de agosto, a la espera de que la Comisión dé a conocer sus propuestas a principios de 2012. Las actuales directrices se introdujeron en septiembre de 2009.