Durante los últimos dÃas estan apareciendo diversas informaciones que apuntan a que el gobierno español está trabajando en la elaboración de un plan para regular los derechos de propiedad intelectual de los proveedores de noticias, y de los proveedores de contenido que no es de su propiedad. En otras palabras, pretende seguir la estela de Rupert Murdoch que ya comentamos aquà y aquÃ, pero llegando más allá abarcando también otro tipo de contenido.
Por lo visto se está ultimando un documento que pondrá freno a pederastas y estafadores a una situación que, como el gobierno no entiende, ni se ha molestado en entender, legislará a su manera pasando por encima de cualquier derecho fundamental. Afortunadamente, si se salen con la suya, se van a estrellar, y el primer batacazo les vendrá de parte de los más interesados en imponer su criterio por pelotas, que son los lobbies y asociaciones, algunas «sin ánimo de lucro», estancadas en la época del mamut de la última glaciación que no aceptan ni respetan que los tiempos hace años que están cambiando.
La cosa toma un color oscuro cuando nos damos cuenta -porque a base de palos vamos aprendiendo- que cuando el gobierno español llama a algo regulación en realidad significa control, prohibición y censura, dejando de lado los derechos reflejados en documentos que todo el mundo conoce y no es necesario recordar. Para la blogosfera sólo un ejemplo: derecho a cita.
Por un lado, resulta que ahora decir esto está aquà podrÃa ser delito; es decir, se podrÃa castigar a quien enlaza al que se pasa la ley por el forro, cuando el que se pasa la ley por el forro podrÃa estar perfectamente protegido porque en el mismo paÃs no hay legislación al respecto, y las pocas leyes que hay aquà no pueden aplicarse en los paÃses donde se aloja el contenido. Sensacional. La otra parte preocupante es que lo que se está tramando es que los buscadores paguen por enlazar a contenidos de medios que no son suyos. Dicho de otra forma, se pretende que Google pague por enlazar a sitios de noticias, porque entiende que dichas noticias son de los medios, y no de Google, y este debe pagar. Y volviendo al derecho a cita, los medios generalistas deberán citar a la red cuando se nutran de contenido que no es suyo. Espera, no, que eso no está contemplado, porque la red no es un medio, y la blogosfera tampoco…. Y es que los internautas, muy probablemente se opondrán (opondremos) frontalmente a este tipo de practicas que sólo protegerán a los grandes medios (algo muy loable) pero que no protegerán de estos a la blogosfera. La prueba radica en que la iniciativa se ha comentado públicamente y por primera vez en la última reunión de UTECA, la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas, que muy probablemente se escudan en pretender proteger sus derechos a costa de la neutralidad de la red.
Google jamás va a pagar por enlazar a otros medios; antes de eso los va a eliminar el contenido de sus resultados. Y cuando eso ocurra, los medios caerán en picado en visitas -obviamente- pero también perderán la oportunidad de beneficiarse de otros modelos de negocio que no tienen nada que ver con comprar el periódico o ver televisión aliñada con publicidad ver publicidad aliñada con televisión. Y cuando los medios pretendan volver a Google, este los dirá que el único camino es siguiendo sus normas.
La forma con la que está concebida la red hoy dÃa es un patio de colegio donde los primeros niños en llegar siguen aquÃ; lo mantienen, lo mejoran, lo enriquecen, lo ensanchan, y mandan en él. Con el paso de los años, otros niños que tradicionalmente han jugado en otros patios, pretenden venir aquà e imponer su ley, cuando el problema no está aquÃ, sino en su patio de siempre, mientras que en este sólo pueden encontrar ventajas.
Disclaimer: Se dice que la palabra «gobierno» deberÃa encabezarse con una mayúscula. El gobierno de España ya hace tiempo que dejó de ser digna de que un servidor la escriba en mayúscula. Y puesto que hasta el momento teóricamente la libertad de expresión es un derecho en la red, no se me puede obligar a que lo escriba como quien dice que debe escribirse. No es una falta de ortografÃa, es un rebote ante tanta manipulación encubierta y tanta ansia de control ante la ignorancia, y que por lo visto la solución de los gobernantes pasa únicamente por la prohibición.