Ya es mas o menos público, que no oficial, que AOL quiere desprenderse del servicio de mensajería instantánea ICQ, en lo que parece un avance más en la reorientación del gigante venido a menos de internet. Como postulantes a hacerse con ICQ se apunta a Google por un lado, y a DST por otro. El primero es algo extraño. El segundo no tanto, ya que no está carente de algo de lógica su posible interés.
Sorprende que se señale a Google como la empresa que podría absorber un servicio que está de capacaida desde hace años, literalmente, y que ahora mismo es un foco de spyware y otras hierbas, y con un sistema de identificación basado en cifras, vetusto, y que atenta contra la facilidad y sociabilidad de lo que mandan los cánones de la web 2.0. Claro que Google puede tirar de talonario y pagar lo que se convenga y reinvente el servicio, pero teniendo en cuenta que ya tiene otros proyectos de chat o similares, paralelos, o como queráis llamarlo, lo veo bastante extraño. A menos claro, que quiera hacerse con el grosor de 33 millones de usuarios que usan actualmente ICQ.
Y sobre esta cifra de usuarios es donde DST entra en juego. La compañía rusa que en su momento invirtió en Facebook podría tener un especial interés en ICQ ya que más de 8 millones de sus usuarios son rusos.
Se calcula que el valor de ICQ en la actualidad rondaría los 250 millones de dólares, bastante menos de los 400 que pagó AOL cuando se hizo con el servicio en 1998, dos años después de su creación.