Para entender esta reacción de Mozilla debemos retroceder en el tiempo, para finalmente basarnos en un caso muy reciente también protagonizado por el gigante de Redmon.
A principios de este año Microsoft lanzó una actualización de su Net Framework que incluÃa una vulnerabilidad, que permitÃa la instalación y ejecución remota de aplicaciones sin el conocimiento del usuario. Dicho parche incluÃa elementos para compatibilizar Windows Presentation Foundation con Explorer, que a efectos prácticos y para el usuario final, no es más que algo similar a Flash pero realizado bajo la tecnologÃa de Microsoft, entre otros. La cuestión está en que tanto la mejora de .Net como la implementación de Windows Presentation Foundation también se instalaba en Firefox y por extensión, el navegador de Mozilla quedaba expuesto a la mentada vulnerabilidad, y además, no se avisaba al usuario de su instalación.
Asà que Mozilla ha tomado una decisión con el fin de que los elementos dañinos de otros no puedan ser ejecutados en su software, bloqueando dichas actualizaciones, o desactivándolas si ya están presentes en el ordenador. Eso sucede cuando se actualiza Firefox a la última versión.
No hace demasiados dÃas Microsoft se mostró frontalmente en contra de que Google implementara su Chrome Frame para Explorer al asegurar que dicho nuevo corazón del navegador hacÃa vulnerable el producto. En ese caso se olvidó de mencionar que Chrome Frame se ofrece como descarga opcional; que si es lo más, que si es lo mejor, que si lo necesitas… lo que queráis de florituras más o menos discutibles; pero NO se instala a espaldas de los usuarios y sin su consentimiento; y además, no incluye vulnerabilidades manifiestas que van mucho más allá de meras suposiciones del gigante de Redmon, aunque eso no significa que no tengan razón en sus argumentos, ojo.
¿Sabéis que es lo mejor de todo? Que Microsoft y Mozilla se unieron al mostrarse en contra de Chrome Frame. Lo dije en su momento, a cada cual se le acaba viendo el plumero tarde o temprano. Solo que a veces solo se sabe ver la paja en el ojo ajeno, y no se sabe ver la del ojo propio.