Si hace días os hablábamos del microproyector (o picoproyector) de 3M Mpro 150, es que estábamos a punto de probarlo, y lo hemos hecho.
Ya hace tiempo probamos una versión más antigua de esta gama de 3M, incluso regalamos una unidad a nuestros lectores, pero la satisfacción no ha sido, ni de lejos, como la experimentada con este modelo que, desde ya, os recomiendo.
He tenido el placer de usarlo durante 2 semanas y me va a costar deshacerme de el, es un gadget imprescindible para el profesional conectado, así de claro. Si eres de los que tienes que llevar presentaciones contigo para presentarlas ante pequeñas audiencias, o proponer proyectos a clientes el Mpro 150 es lo mejor que hay actualmente para estos efectos.
Y es que el Mpro 150 ha superado todas las carencias de modelos anteriores y actualmente es un microproyector con mayúsculas. ¿Sus cualidades?
- Autonomía de más de 2 horas con sus 15 lumens a tope.
- Reproduce los sonidos de la presentación o vídeos por su altavoz de 0,5W.
- Resolución de pantalla de 640×480 y 1280×800, pudiendo simular una pantalla de hasta 50″.
- Navegador en pantalla con acceso a los archivos por tipo de fichero o desde el navegador de archivos.
- Reproduce autónomamente (sin conexión a ordenador) archivos de Microsoft Office (doc, docx, xls, xlsx, ppt, pptx, pps), PDF, vídeos en MPEG y MP4, audio en MP3 e imágenes en JPG.
- Memoria interna de 1 Gb.
- Slot para tarjeta MicroSD (incluida) de 2 Gb.
- Y, ¡que leche! que es precioso, ligero y elegante.
- Y todo esto solo cuesta 327€.
Si tengo que ponerle alguna pega sería la poca y mala compatibilidad con archivos de imagen, ya que solo es capaz de mostrar ficheros JPG, con lo que cualquier GIF y PNG, no digamos TIFF, que cargues en memoria o tarjeta no será capaz de mostrarlo. Una pena, sobre todo por los TIFF multipágina.
También habría estado bien que soportara ficheros de la suite iWork de Apple pero entiendo que eso es mucho pedir. Además, siempre puedes reproducirlos conectado a tu Mac.
Algo que eché en falta nada más abrir la caja fue un manual de instrucciones pero en realidad no hace falta porque lo enciendes y en la pantalla tienes el navegador para hacer todo, poner la interfaz en tu idioma, etc. Por supuesto, en la caja tienes todas las conexiones necesarias para recargarlo, transferir archivos con el ordenador o conectarlo a todo tipo de dispositivos.
Ahora bien, la virtud del Mpro 150 es que te lo echas al bolsillo y no necesitas nada más para tus presentaciones. Incluso, gracias a sus 15 lumens y capacidad de reproducción, es perfecto para una pequeña oficina o sala de reuniones, sin tener que invertir en un proyector de mayor tamaño. Haces una carpeta para cada empleado en la memoria interna y que ahí carguen sus presentaciones para mostrarlas a sus clientes. De verdad, ¡es genial!.
Y bueno, poco más, que es de los mejores gadgets que he probado este año (a falta del iPad que aún no tuve la suerte de David), y lo recomiendo encarecidamente, vale lo que cuesta y funciona de maravilla.
Solo siento que el vídeo que he grabado no muestre la calidad de la reproducción, a causa de mi grabadora de vídeo, de mucha peor calidad que el Mpro 150.