OpenMediaVault (OMV) es una solución de almacenamiento en red (NAS) basada en Debian y administrada desde una interfaz web, pensada para convertir un PC “reciclado”, un mini-servidor o incluso ciertos equipos ARM en un servidor de ficheros doméstico o de pequeña empresa sin complicarse con la consola todo el día.
Su propuesta se apoya en tres ideas muy claras:
- Gestión sencilla desde navegador: usuarios y grupos, discos, sistemas de archivos, servicios y permisos, todo desde panel web.
- Arquitectura por plugins: OMV trae una base sólida y extiende funciones mediante plugins (oficiales y de comunidad), lo que permite “activar” servicios según necesidad.
- Enfoque práctico para “NAS real”: compartir carpetas y dar servicios de red típicos (SMB/CIFS, NFS, rsync, etc.) sin reinventar la rueda.
Lo nuevo de OMV8 (Synchrony) como contexto
La versión OMV8 (8.0.1) se publica como versión final con salto a Debian 13 (Trixie) y una lista de cambios relativamente contenida (muchas mejoras ya llegaron en OMV7), además de un cambio importante: a partir de OMV8 solo se soportan AMD64 y ARM64.
Frente a alternativas gratuitas (y por qué suele elegirse OMV)
En el “mundo NAS gratis”, OMV suele destacar cuando se busca:
- Un sistema muy “Linux estándar”: al estar basado en Debian, encaja bien si se quiere vivir en el ecosistema Linux (paquetes, servicios, automatización) sin sentir que se está en un firmware cerrado.
- Flexibilidad para montar servicios a medida: el catálogo de plugins y opciones (incluyendo utilidades y extensiones de terceros) ayuda a adaptar el NAS al caso de uso sin convertirlo en un Frankenstein.
- Apps en contenedores: OMV empuja mucho el modelo de “apps” desplegadas como contenedores, con soporte vía plugins orientados a Kubernetes/gestión de aplicaciones.
Dicho de forma simple: OMV suele ser la opción “quiero un NAS funcional, modular y con mentalidad Debian” sin pagar licencia.
Frente a opciones comerciales (Synology/QNAP/Unraid y compañía)
Aquí el dilema no es tanto técnico como de modelo:
- Comercial: normalmente ofrece ecosistema cerrado, experiencia muy pulida, integración “todo-en-uno” y soporte más guiado (a cambio de coste/licencia o hardware específico).
- OpenMediaVault: ofrece libertad de hardware (montarlo donde quieras), coste de licencia cero, y un enfoque más “admin Linux” (ideal si valoras control y personalización).
La contrapartida es obvia: en OMV, la responsabilidad de mantenimiento, copias, actualizaciones y “buenas prácticas” recae más en el usuario/empresa (aunque con Debian y una comunidad activa es un camino bastante razonable).
Fuente: OpenMediaVault

