Microsoft ha anunciado la llegada del soporte nativo de NVMe en Windows Server 2025, un cambio de calado que apunta directamente al corazón del rendimiento de almacenamiento en servidores: la pila de E/S del sistema operativo. La novedad no es solo “compatibilidad”, sino una rearquitectura para que los SSD NVMe de última generación trabajen sin las ataduras heredadas de décadas de diseño orientado a discos mecánicos.
El movimiento llega en un momento en el que el almacenamiento ya no es un componente pasivo. En centros de datos, bases de datos y plataformas de virtualización, el cuello de botella se ha desplazado con frecuencia hacia la E/S: más máquinas virtuales por host, más checkpoints, más logging, más caching y más cargas analíticas que exigen un acceso rápido y constante a datos. Y ahí, según Microsoft, la ruta tradicional estaba dejando rendimiento encima de la mesa.
Adiós a “tratarlo todo como SCSI”: menos traducciones, menos sobrecarga
El cambio técnico que explica la mejora es relativamente fácil de entender: hasta ahora, Windows ha manejado muchos dispositivos de almacenamiento bajo una lógica “tipo SCSI”, incluso cuando el hardware real era NVMe. Eso implica capas de traducción: comandos NVMe que terminan pasando por una ruta diseñada para otra era.
Con Native NVMe, Windows Server 2025 introduce un camino optimizado que evita esas conversiones y rediseña el flujo de procesamiento de E/S para reducir latencia y sobrecarga de CPU. La idea es clara: si el dispositivo habla NVMe, el sistema debe hablarle NVMe, no “interpretarlo” como si fuese otra cosa.
Por qué ahora: NVMe ha cambiado el tablero (y el modelo de colas importa)
Microsoft justifica el salto por la evolución del hardware. Habla de SSD empresariales PCIe Gen5 capaces de rondar 3,3 millones de IOPS, e incluso de adaptadores/soluciones que superan los 10 millones de IOPS sobre un único disco en escenarios de laboratorio. Con cifras así, el diseño clásico se queda pequeño.
Aquí entra el matiz que suele pasar desapercibido fuera del mundo de los sistemas: el modelo de colas. Protocolos heredados como SATA (y, por extensión, muchas rutas históricas) han trabajado con una cola y un número limitado de comandos (por ejemplo, hasta 32). NVMe, en cambio, se diseñó para memoria flash con paralelismo real: soporta hasta 64.000 colas, y cada cola puede gestionar hasta 64.000 comandos.
En la práctica, esto se traduce en que una pila que aprovecha el multi-queue puede alimentar mejor a CPUs con muchos hilos y a SSD capaces de absorber operaciones masivas. En servidores modernos, el almacenamiento ya no se mide solo por “velocidad máxima”, sino por capacidad sostenida bajo concurrencia.
Datos de rendimiento: hasta un 80 % más de IOPS y un 45 % menos de ciclos por E/S
Microsoft acompaña el anuncio con cifras orientativas obtenidas con DiskSpd en lecturas aleatorias 4K sobre volúmenes NTFS. En su ejemplo, con Native NVMe activado, un sistema con Windows Server 2025 puede alcanzar hasta cerca de un 80 % más de IOPS y lograr alrededor de un 45 % de ahorro en ciclos de CPU por operación de E/S frente a Windows Server 2022, en condiciones comparables.
La prueba citada se realizó en un servidor con CPU Intel de doble socket (un total de 208 procesadores lógicos), 128 GB de RAM y una unidad Solidigm de 3,5 TB. Microsoft señala que los resultados pueden variar y facilita un comando tipo para recrear el benchmark ajustando parámetros según el entorno:
diskspd.exe -b4k -r -Su -t8 -L -o32 -W10 -d30
Más allá de los números, el mensaje para administradores es evidente: si el almacenamiento deja de consumir tanto CPU y reduce latencia, el servidor recupera margen para ejecutar el trabajo real (bases de datos, VMs, servicios).
Casos de uso: SQL Server, Hyper-V, file servers y analítica de datos
La compañía sitúa la mejora en cuatro frentes especialmente sensibles a la latencia y al rendimiento bajo carga:
- SQL Server y OLTP: transacciones más cortas, más operaciones por segundo y menor “cola” en picos mixtos de lectura/escritura.
- Virtualización con Hyper-V: arranques más ágiles, operaciones de checkpoint menos pesadas y menos contención cuando varias VMs compiten por disco.
- Servidores de ficheros de alto rendimiento: mejoras tanto en transferencias grandes como en operaciones de metadatos (copias, restauraciones, backups).
- Analítica y cargas AI/ML: acceso más rápido a datasets, scratch I/O con menos latencia y pipelines ETL más fluidos.
En realidad, el cambio apunta a una idea más general: Windows Server quiere que el almacenamiento NVMe deje de ser un recurso “infrautilizado” por software cuando el hardware ya está listo para mucho más.
Disponible ya, pero bajo modelo opt-in: viene desactivado por defecto
Un detalle importante: Microsoft indica que Native NVMe está en disponibilidad general (GA), pero bajo un modelo opt-in, y desactivado por defecto en la actualización acumulativa de octubre para Windows Server 2025. Es decir, la mejora existe, pero no se activa sola: hay que dar el paso explícitamente.
Para habilitarlo, Microsoft propone dos caminos: activar una clave de registro vía PowerShell tras instalar la actualización acumulativa correspondiente, o utilizar una política (vía MSI de plantillas administrativas) y habilitarla desde el editor de directivas local. El método por registro, tal y como se publica, queda así:
reg add HKEY_LOCAL_MACHINE\SYSTEM\CurrentControlSet\Policies\Microsoft\FeatureManagement\Overrides /v 1176759950 /t REG_DWORD /d 1 /f
Después, el propio artículo recomienda validar en el Administrador de dispositivos que las unidades NVMe aparecen bajo la sección “Storage disks” (discos de almacenamiento), como pista de que la ruta nativa está activa.
Requisitos y letra pequeña: ojo con drivers de fabricante
Microsoft también incluye una condición clave que puede marcar la diferencia en entornos empresariales: el beneficio se obtiene cuando los dispositivos NVMe están usando el driver NVMe “in-box” de Windows (StorNVMe.sys). Si un fabricante instala un controlador propio, puede que el cambio no aplique o no genere mejoras apreciables.
En otras palabras: esta función no es “un turbo universal”, sino una nueva autopista que funciona mejor cuando el tráfico circula por el carril que Windows espera.
Preguntas frecuentes
¿Qué es Native NVMe en Windows Server 2025 y por qué mejora el rendimiento?
Es una ruta de E/S rediseñada para hablar NVMe de forma nativa, evitando capas de traducción heredadas (tipo SCSI) y aprovechando mejor el paralelismo multi-queue.
¿Cómo saber si mi servidor se beneficiará de Native NVMe?
Microsoft indica que es importante que las unidades estén usando el driver NVMe de Windows (StorNVMe.sys). Si se utiliza un driver específico del fabricante, la mejora puede no aplicarse.
¿Por qué está desactivado por defecto si ya está en GA?
Porque Microsoft lo ofrece como opt-in para que los administradores lo activen de forma controlada y puedan validar impacto y compatibilidad en su entorno antes de adoptarlo masivamente.
¿Qué cargas notarán más el cambio: bases de datos, virtualización o file servers?
Las tres suelen beneficiarse, pero especialmente escenarios con muchas operaciones pequeñas y concurrentes: OLTP en SQL Server, almacenamiento para Hyper-V y servidores de ficheros con mucha actividad de metadatos.
