SabÃas que el coltán, el mineral de donde se extrae el tántalo, un material imprescindible para conducir la electricidad en los smartphones, se obtiene principalmente en la República Democrática del Congo, y que miles de trabajadores que ganan menos de diez dólares al dÃa han muerto para que tú tengas esta tecnologÃa. Probablemente no lo sabÃas, y este desconocimiento es lo que hace nacer un proyecto como el de Fairphone.
Bas van Abel, un holandés al que se le ocurrió aplicar a la telefonÃa la filosofÃa del Comercio Justo, es en concreto el creador de esta revolucionaria idea, que aún está en plana fase de desarrollo, pero que aún asà ha logrado, utilizando la financiación a través del crowdfunding, que 15.000 personas compraran sus dispositivos, llamados Fairphone, incluso antes de que estuvieran terminados. El problema si quieres uno es que sólo van a hacerse 25.000, asà que tendrás que apresurarte.
Cómo se sustenta el Fairphone?
La diferencia entre el Fairphone y los demás smartphones, es que aunque Fairphone se fabrica en China, lo hace en fábricas con un salario justo y condiciones de trabajo adecuadas, dado que esta misma personalidad se encarga de supervisar todo el proceso. Evidentemente, se trata de una alternativa más que interesante para todas las personas que sienten culpa del trabajo esclavo que sufres miles para placer superfluo de otros.
Qué caracterÃsticas tiene?
Más allá de todo lo mencionado hasta aquÃ, debemos destacar las prestaciones del Fairphone como smartphone. Cuenta por ejemplo con una pantalla de 4.3 pulgadas con resolución qHD (960×540 pÃxeles, procesador Mediatek MTK6589 de cuatro núcleos a 1,2 GHz cada uno, 1 GB de memoria RAM con 16 GB de espacio de almacenamiento, cámara trasera de 8 MP y frontal de 1.3 MP, baterÃa de 2000 mAh, 2G, 3G, y Android 4.2. Su precio, claro, es de 325 euros, aunque sabemos que está hecho “justamenteâ€.