La verdad es que desde que existen los cables de Wikileaks el mundo ya no es el mismo. La información que controlan y que hace pública en muchos casos de actualidad, y en otros, documentos bastante más antiguos que hacen posible descubrir qué artimañas usaron muchos polÃticos y diplomáticos para llegar a dónde están, ha conseguido que la ciudadanÃa se entere de todo lo que está detrás, y que por supuesto la mayor parte de los gobiernos le quieran parar los pies a los hackers del grupo.
De momento, no lo han conseguido. Y esta semana ha comenzado con más filtraciones, en este caso de la década de los 70, que aunque como siempre son cables de polÃticos, diplomáticos y funcionarios americanos, acaban al final tocando a todos los gobiernos del mundo, ya que se trata en la mayor parte de los casos de cables de comunicación internacional.
Precisamente en esta serie, aún mayor que la primera que publicaron y que la prensa europea les dedicó portadas y portadas, están relacionadas algunas personalidades españolas, y al parecer también algunas del otro lado del Atlántico, como por ejemplo funcionarios del gobierno venezolano, actualmente en campaña.
La verdad es que yo soy de las que cree que Wikileaks ha hecho un gran trabajo, y que su existencia deberÃa hacer reflexionar a los gobiernos sobre la transparencia, porque no se puede seguir en el mismo plan. No se puede contar solo con los ciudadanos para llamarlos cada cierto tiempo a las urnas. Lo único que se puede es realmente apostar por informar a los ciudadanos, o sino, atenerse a las consecuencias de este tipo de filtraciones. VÃas de en medio, no hay