Orange finalizó el primer trimestre con cifras positivas

España vuelve a brillar en las cuentas de France Télécom. Los ingresos de Orange en territorio nacional son los únicos que crecen entre las grandes filiales del grupo, sobre todo si se compara con los resultados en otros países europeos.

Mientras que la facturación en España sube a un ritmo del 4% en el primer trimestre, en Francia cae un 2,5% y en Polonia, un 3,7%. Eso permite al negocio nacional convertirse en el segundo por importancia para la firma gala.

En conjunto, las ventas de la operadora francesa bajan un 1,4%, hasta los 11.228 millones de euros. El Ebitda tampoco ha dado buenas noticias al grupo, ya que empeora un 5,1%. Estos números son los que han llevado a los ejecutivos de France Télécom a poner en revisión los activos de la sociedad.

La compañía quiere centrarse en zonas de crecimiento y algunos países europeos son incapaces de lograrlo, y menos cuando se les compara con el negocio en Asia y África. Quitando Francia, Polonia y España, «todos los otros mercados están en revisión», ha asegurado esta mañana el director financiero de France Télécom, Gervais Pellissier, en la presentación de los resultados del primer trimestre.

Eso significa que podrán entrar en la carrera de la consolidación o ser vendidos.

España queda fuera de este movimiento. No solo por el peso de este activo en el total del grupo, sino porque, después de varios años de profunda crisis, la filial ha dado carpetazo a los problemas y está en franca recuperación.

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