El sistema operativo iOS, de Apple, fue en su momento uno de los lanzamientos más esperados, al menos en lo que respectaba a plataformas como por ejemplo el iPod Touch, el iPad, o más en estos tiempos, el recientemente estrenado iPhone 5. sin embargo, las quejas de los usuarios parecen estar a la orden del dÃa por estas semanas, sobre todo desde el lanzamiento de la nueva aplicación de mapas de Apple, independiente de Google.
Lo cierto del caso es que desde las últimas horas, los dispositivos móviles de Apple ya permitÃan la descarga de la nueva versión de iOS, sin embargo, instantes después, comenzaron a producirse varias incidencias con la instalación de la nueva aplicación, algunas de las cuales estaban directamente relacionadas con los aspectos más básicos del SO de la firma de Steve Jobs.
Por ejemplo, en muchos casos, los problemas comenzaban después de iniciar la actualización cuando saltaba un mensaje de error que impedÃa que la descarga continuase, al mismo tiempo que otros usuarios experimentaban inconvenientes al momento de conectar el dispositivo al ordenador o la Mac, ya que en ese momento la plataforma de iTunes aseguraba que no se podÃa iniciar la descarga, porque no detectaba la red de Internet.
Estos problemas, en la mayorÃa de los casos directamente relacionados con la conexión de Wi-Fi de los usuarios cuando estos comenzaban sus sesiones, se deben según Apple, al menos en parte, a la saturación que se produjo sobre las descargas del nuevo sistema operativo, aunque en otros casos tampoco ha habido una explicación oficial para los contratiempos relacionados con las aplicaciones nativas de iOS, como por ejemplo la misma de mapas que mencionábamos.
De hecho, más allá de lo innovadora que la aplicación de mapas de Apple pueda llegar a parecer, los inconvenientes tampoco la han dejado en paz. Una de las anécdotas del dÃa, de hecho, ha estado relacionada con se informaba a los viajeros se dirigÃan al aeropuerto de Dublin, que a pocos metros de allà podrÃan acercarse a vacas, gallinas o cerdos, cuando en realidad no es asÃ.