En el pasado Congreso Mundial de Dispositivos Móviles que se llevó a Barcelona, indudablemente una de las noticias más interesantes tuvo que ver con el lanzamiento, por parte de Nokia, de sus esperados teléfonos celulares con Android, que los que pertenecerán a la familia Nokia X. Sin embargo, a pesar de lo que podíamos suponer, la idea de la finlandesa no es mostrarnos lo bien que andan sus móviles con el SO de Google, sino todo lo contrario.
Claro, al enterarnos de estos lanzamientos, muchos de nosotros quisimos saber cuáles eran los motivos por los cuales Nokia lanzó un teléfono celular con Android poco tiempo antes de que Microsoft tome el control de la empresa finlandesa. En efecto, la idea era dejar en el mercado un elemento que fuera tomado por los usuarios mayoritarios -los de Android- para promocionar los móviles de Nokia, y no al revés.
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En efecto, el interés que persiguen los encargados de Nokia no tiene nada que ver con aumentar el número de dispositivos con Android en el mercado, sino todo lo contrario. Ellos pretenden, con algunos lanzamientos como por ejemplo en este caso los del X, X+ y XL, conseguir que los usuarios de móviles se den cuenta de que no hay demasiada diferencia entre ellos y los que tienen sistema operativo Windows Phone.
De hecho, podemos darnos cuenta en apenas minutos, que la idea de los nuevos móviles es lograr que los usuarios se familiaricen con el sistema de baldosas tradicional de Windows Phone, y que de hecho es el efecto principal de los móviles de la familia Lumia. Curiosamente, se dice eso cuando en América Latina son los Asha aún los más populares.
Desde luego, con estos nuevos móviles de la familia Nokia la idea es apostar por los mercados emergentes, y por eso es posible comprar las aplicaciones a partir de llamados telefónicos, y no por medio de las tarjetas de crédito, como en los grandes mercados.